El equipo 99, integrado
por la argentina Carolina Vincenzoni y Karine Jacq, ingeniera química francesa,
se quedó con el primer lugar de esta particular competencia dirigida
exclusivamente a mujeres y concebida como los antiguos rally-raid africanos.
La Argentina Carolina Vincenzoni, junto a su compañera de equipo, Karine
Jacq, alcanzó el primer lugar en la 5º edición del Trophée Roses des Andes,
primer y único rally 100% femenino, organizado por la empresa
francesa Désertours, creada por Jean Jacques y Géraldine Rey.
Durante 7 días, las 126 participantes
cumplieron varias etapas de orientación y travesía a través de paisajes
salteños, superando dificultades, alturas que alcanzaron los 4895 metros, y
viviendo experiencias inolvidables. Además, cumplieron una etapa maratón, que
consistió de dos días y una noche de forma autónoma, y por segundo año
consecutivo visitaron el Internado de San Antonio de los Cobres donde entregaron
diversas donaciones.
El equipo 99, integrado por la argentina Carolina
Vincenzoni y la francesa Karine Jacq, logró la mayor cantidad de puntos luego
de atravesar caminos fuera de pista que las llevaron por Cafayate, la Cueva del
Gigante, la Quebrada del Cañon y de las Flechas y Susques, entre otros paisajes
inigualables.
El Trophée Roses des Andes es una carrera de orientación de
2500km, que se corre en duplas, a los pies de la Cordillera de los Andes, a
bordo de una 4x4. El objetivo es realizar la etapa del día con ayuda de un
Road-book, de un mapa y de una brújula respetando los diferentes puntos de
control. El espíritu es de aventura, no hay noción de velocidad. Por la noche,
los equipos arman sus carpas y se reúnen a compartir experiencias.
Vincenzoni, quien vive actualmente en
París, es ex deportista de alto nivel y fue campeona de kayak en línea
(Argentina y América Latina). Además, fue la coach mental del equipo femenino
francés de Basket en silla de ruedas en los Juegos Paralímpicos de Londres 2012.
“Este
era el primer rally que corríamos pero ya al comenzar nos sorprendimos porque,
aunque la primera etapa fue dura y larga, llegamos en el 3º lugar. Mi copiloto
es una francesa que prácticamente nunca se había subido a un auto, así que
estamos súper felices”, contó la ganadora de la competencia.
“Cuando
le anuncié a mi familia que iba a realizar este rally no se sorprendieron mucho
porque ya saben cómo soy: ex deportista de alto rendimiento y una apasionada de
la mecánica”, explicó Vincenzoni y agregó: “Antes de este rally hicimos un trabajo muy grande para conseguir los
fondos para poder costearlo y realizamos una serie de entrenamientos en pistas
que se asemejan a las pistas de acá, sobre todo para aprender a orientarnos con
brújulas y compases que realmente no teníamos ni idea de cómo se hacía”.
La competición las llevó a cruzar en medio
de ríos, altiplanos y subidas vertiginosas. Nunca parar en las pistas, conducir
despacio para evitar el polvo y tomar abundante agua, fueron algunas de las
consignas esenciales para llevar adelante esta aventura.
La regla para todas las
participantes es respetar el medio ambiente tomando, por ejemplo, pistas ya existentes, y además se recomienda
que conduzcan “suavemente”, y a una
velocidad constante, con el fin de limitar el consumo de nafta y así las
emisiones de CO2.
Cabe destacar el costado
solidario del rally. Cada año, las participantes realizan donaciones
financieras para la Fundación local “Equinoterapia del Azul” de Salta, en el
Noroeste argentino, y el último día se organiza un encuentro con niños
argentinos en situación de discapacidad (motriz, sensorial y física) que
asisten a la Fundación.

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