Finalizó una nueva edición del Dakar, realizada por tercer año consecutivo en la Argentina y Chile, y Toyota demostró ser la marca más elegida en esta espectacular competición: prácticamente un tercio de los competidores de la categoría “coches” confiaron en los vehículos todoterreno Toyota.
Bien es sabido que la Hilux es la pick up más elegida en nuestro país. Esta tendencia también se vio reflejada en el Rally Dakar: de los 37 argentinos que participaron en la categoría antes mencionada,más de un tercio (14 equipos) corrió con Hilux. Si sumamos los otros modelos de la marca, SW4, Land Cruiser Prado y Land Cruiser 200, tenemos como resultado que prácticamente la mitad de los argentinos que compitieron utilizaron vehículos Toyota.
En lo que respecta a los resultados finales, el equipo Toyota Autobody lideró y ganó el Grupo T2 (Vehículos de serie mejorados) con una Land Cruiser 200. En ese mismo grupo, lograron arribar a la meta 9 vehículos, de los cuales 8 fueron de marca Toyota, demostrando así la superior fiabilidad de los productos de la marca. Es importante tener en claro que el Grupo T2 contempla vehículos de producción, mientras que el Grupo T1 admite vehículos totalmente diseñados para la competencia que poco tienen que ver con las versiones originales de las marcas
Más que una simple carrera de velocidad, el Dakar solicita capacidades de navegación en fuera de pista y cualidades de regularidad. En rally raid, prevalece la resistencia: la menor falla cuesta cara. Esta mezcla de rigor físico y de alto rendimiento técnico requiere el uso de un vehículo que brinde una óptima respuesta ante las situaciones extremas por las que se pone a prueba. De esta manera, Toyota fue uno de los máximos protagonistas demostrando la calidad, durabilidad y confiabilidad de sus productos.
Al final de la nota pueden ver algunos videos sobre los Toyota que participaron de la competición.
Los orígenes del Dakar: un poco de historia.
La aventura comienza en 1977. Thierry Sabine se pierde con su moto en el desierto de Libia, durante el recorrido del rally Abidjan-Niza. Salvado in extremis de entre las arenas, él regresa a Francia fascinado por los paisajes y decide compartir con otros su descubrimiento. Es así que se inventa un recorrido saliendo de Europa. La ruta alcanzaría Alger, después pasaría por Agadez y se acabaría en Dakar. El fundador le pone un lema a su creación: "Un desafío para aquellos que parten. Un sueño para quienes se quedan ".
Gracias a una fuerte convicción y una brizna de locura, propias a las grandes ideas, el proyecto se concretiza rápidamente. El París-Dakar, una competición diferente, abierta incluso a los sin títulos, y que conlleva un mensaje de apertura hacia el otro, llama la atención, sorprende y seduce. A lo largo de casi 30 años, muchas historias deportivas y humanas se fueron escribiendo.
Fuente: www.dakar.com
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