El objetivo principal del control de tracción es el de mantener al vehículo en movimiento a pesar de las diferentes condiciones del terreno.
El control de tracción sensa la velocidad de giro de las cuatro ruedas y evalúa si alguna está girando más rápido que las demás. En este caso disminuye la potencia del motor y aplica presión de frenado sobre la rueda que está patinando, mientras que las otras tres que tienen adherencia y podrían traccionar reciben toda la potencia disponible.
El resultado es que las ruedas que disponen de agarre reciben siempre torque, mientras que las que patinan reciben siempre el control de tracción apropiado.
El sistema de control activo de la Land Cruiser 200 y Land Cruiser Prado puede asumir con éxito la misma tarea que los bloqueos de diferenciales en cada eje, pero sin el efecto de frenado en las curvas muy cerradas.
En el video podemos ver un vehículo sin control de tracción en la que patina una rueda del eje delantero y otra del eje trasero dejando a las ruedas con agarre sin tracción debido al funcionamiento normal de los diferenciales.
También veremos un vehículo en el que el A-TRC evita que patinen las ruedas sin adherencia en forma independiente de modo de que aquellas que no patinan reciben la tracción necesaria.
El A-TRC es un sistema de seguridad activa que combinado con el control de estabilidad VSC resulta muy eficiente para el mantenimiento del control en situaciones de rutas resbaladizas. Como vemos, además de la seguridad que proporciona tiene su aplicación para el uso en situaciones off road.
Hoy diferentes variaciones del Control de Tracción equipan a los siguientes vehículos de nuestro line up: Prius, Camry versión V6, Land Cruiser Prado y Land Cruiser 200.
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