¿Qué se puede decir de nuevo sobre la importancia de las normas de tránsito? Actualmente hay muchísima información al respecto. Inclusive los medios de comunicación aconsejan el cumplimiento de las normas para evitar accidentes y, fundamentalmente, preservar vidas. Poco es lo que cambia.
Pese a las campañas de concientización y restricciones (como las vedas a circulación de camiones en fines de semana largos), los datos concretos siguen sin ser promisorios. En lo que va del año, la cifra total de muertos por accidentes de tránsito, o derivados de ellos, asciende a 3757, según datos de la ONG “Luchemos por la Vida”. Al día, contabilizan 21 fallecidos.
Irónicamente, quienes sí cumplen las normas tampoco están fuera de peligro. Muchas veces, personas que por diferentes motivos cometen infracciones de distinto tipo generan situaciones de peligro a conductores responsables. Manejar cumpliendo las normas ya no alcanza para evitar un accidente.
Para esto, y dado que se trata de un problema regional, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado de México (ISSSTE) propuso un nuevo estilo de conducción, el “Manejo Defensivo”, al que definen como:
Conducir evitando accidentes a pesar de las acciones incorrectas de los demás y de las condiciones adversas. Es simplemente el enfoque positivo de la conducción; significa mantener el control de su seguridad en sus propias manos, teniendo en cuenta todos los posibles riesgos que se presentan al conducir y la forma de evitarlos; es plantear la seguridad como un valor fundamental.
Los elementos que conforman el Manejo Defensivo son cinco.
Conocimiento: es necesario conocer las reglas de tránsito a fin de respetarlas.
Estar alerta: es necesario estar atentos a la conducción a fin de evitar posibles situaciones de riesgo y recurrir lo menos posible a los “buenos reflejos”.
Previsión: es la habilidad de anticipar y prepararse contra cualquier eventualidad.
Juicio: implica el reconocimiento de las alternativas presentes en cualquier situación de tránsito y la habilidad de decidir a tiempo lo más conveniente.
Habilidad: se entiende como el saber manipular los controles de un vehículo y ejecutar las maniobras necesarias para la conducción.
Estas cinco características existen en todos los conductores, en mayor o menor medida. Lo fundamental es cultivarlas con una práctica responsable y diaria. Para esto, desarrollaron un manual de 17 páginas, al que resumen en una frase con los dos ejes clave del Manejo Defensivo:
Preste atención y sea amable.
Atención implica estar al tanto de lo que ocurre alrededor suyo mientras maneja, lo que hacen o podrían hacer otros conductores. Ser amable implica que quizás tenga derecho de paso en un cruce, pero conviene cederlo porque el otro conductor conduce imprudentemente, viene a gran velocidad o no aminora la marcha.
De nada sirve tener la razón (sobre quién tenía el derecho de paso), si todo termina en un accidente.
Toyota Argentina, a través de su Programa de Seguridad Vial TOYOTA Y VOS, brinda Clínicas teórico-prácticas sobre conducción segura. De esta manera, a través de ejercicios prácticos, los jóvenes que participan junto con su familia reciben toda la información necesaria para estar preparados al momento de conducir.
FUENTE: TOYOTA ARGENTINA
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